Los brotes de lupus eritematoso sistémico (LES), particularmente aquellos que involucran enfermedad renal grave, se asociaron con picos de crecimiento excesivo de la bacteria intestinal Ruminococcus blautia gnavus en un pequeño estudio observacional de 4 años que también demostró una inestabilidad inherente subyacente en el microbioma intestinal de pacientes con lupus eritematoso sistémico.

De 16 pacientes con lupus eritematoso sistémico estudiados durante la provisión de atención y monitoreo de rutina, 5 tenían crecimiento excesivo de R. gnavus que eran «sorprendentemente concordantes con periodos de mayor actividad de la enfermedad», informaron el Dr. Gregg J. Silverman, de la NYU Grossman School of Medicine en Nueva York, Estados Unidos, y coinvestigadores en Annals of the Rheumatic Diseases.

Cuatro de los 5 pacientes con crecimiento excesivo de R. gnavus asociados a brotes de lupus tenían nefritis lúpica el otro tuvo un brote que involucró inflamación en múltiples articulaciones. Los 4 pacientes con nefritis lúpica concurrente y crecimiento excesivo de R. gnavus también representaron casi la mitad de los pacientes que tuvieron exacerbaciones de nefritis lúpica (4 de 9) durante el periodo de estudio. Los 9 pacientes del estudio con afectación renal y los 4 con brotes y crecimiento excesivo de R. gnavus concurrentes representaban diferentes razas y etnias.

Los hallazgos se basan en una investigación publicada por el grupo de la NYU hace varios años que muestra que los pacientes con lupus eritematoso sistémico tenían más R. gnavus en el intestino que pacientes similares sin la enfermedad, y que los brotes siguieron de cerca los aumentos importantes en el crecimiento excesivo de R. gnavus. La evidencia de expansiones de R. gnavus en pacientes con lupus eritematoso sistémico ahora proviene de varias cohortes en los Estados Unidos, así como de cohortes en Europa y China, informaron los investigadores en su nuevo artículo.

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