El Centro de IngenierÃa Genética y BiotecnologÃa (CIGB) de Camagüey, con más de 35 años de fundado, a más de 500 kilómetros de la capital del paÃs, constituye hoy sin dudas uno de los hitos de la incesante labor del LÃder Histórico de la Revolución, Fidel Castro, por desarrollar la ciencia nacional y posicionarla en un lugar de gran prestigio en el mundo.
Quienes trabajan en esta institución convertida en una empresa de nuevo tipo a partir de su capacidad de investigar, producir y comercializar, hablan con orgullo de aquella magistral idea del Comandante en Jefe de construir un centro biotecnológico en el territorio para impulsar el sector agropecuario, debido a sus grandes potencialidades de ser la provincia más extensa y la mayor productora de azúcar y de leche en ese momento.
Roberto Basulto Baker, especialista comercial del CIGB de la localidad y fundador, afirmó que Fidel se propuso y lo consiguió, dotar a la isla de una red de esos enclaves con el firme propósito de promover la biotecnologÃa, bajo la certeza de que podÃa tener un gran alcance dentro y fuera de la nación.
«Fidel supo conducir y materializar su estrategia de desarrollo de la ciencia, la tecnologÃa y la innovación, proclamada a solo un año de haber triunfado la Revolución, cuando en 1961 aseveró que el futuro de Cuba tenÃa que ser de hombres de ciencia y de pensamiento».
La preparación del valioso capital humano que se posee actualmente estuvo desde el inicio entre las premisas de su quehacer, y por ello se preocupó en todo momento, lo cual favoreció alcanzar el amplio reconocimiento de las instituciones, cientÃficos e investigadores cubanos a nivel internacional, ponderó el especialista.
Ejemplo más reciente de la alta capacidad de la ciencia y sus profesionales, resulta el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19 y la obtención de cinco candidatos vacunales ante la enfermedad, de los cuales tres fueron aprobados y se utilizaron en la nación antillana y otros sitios del orbe.
Ese notable éxito a favor de la vida en medio del terrible virus no hubiera sido posible sin la infraestructura creada luego de enero de 1959 por Fidel, el alto nivel cientÃfico y la interrelación existente entre las instituciones del sector dentro de Cuba y sus vÃnculos con homólogas del exterior.
Roberto Basulto, Máster en Ciencias y Licenciado en FÃsica y Matemática, integró el primer grupo de jóvenes seleccionados para formar parte del centro que se construÃa en Camagüey, para lo cual recibieron capacitación durante dos años en el CIGB de La Habana.
«Nuestro CIGB está en un momento de madurez y sigue fiel a la idea de Fidel de apoyar y aportar al ámbito agropecuario de esta región centro-oriental, y muestra de eso son los proyectos encaminados en la institución, capaz de investigar, producir y comercializar, es sustentable desde el punto de vista económico y crece cada dÃa», comentó.
En cuanto a la protección del medio ambiente, defendida de igual modo por el LÃder Histórico, explicó que los tres productos obtenidos por el CIGB agramontino (vacuna para el control de las garrapatas en el ganado bovino, conocida como GAVAC, el inyectable contra la peste porcina clásica, PORVAC, y el bionematicida Hebernem), son biológicos, o sea, contribuyen a la disminución de los quÃmicos.
Nemecio González Fernández, director del CIGB camagüeyano, aseguró que 35 años después, continúan enfocados en la aplicación de las herramientas biotecnológicas en el desarrollo agropecuario del paÃs, misión que les dió el Comandante en Jefe desde el surgimiento del centro, el 25 de julio de 1989.
Poseen tres productos comerciales, de ellos dos (GAVAC y el Hebernem), con más de 20 años en el mercado nacional, además de ser rubros exportables que aportan divisa a la economÃa nacional y a la empresa.
El bionematicida Hebernem, está registrado en 10 naciones de la región de América y en el caso de la vacuna PORVAC, de más reciente inclusión, se registró en diciembre de 2017, y ya muestra un impacto en el control de la peste porcina clásica en Cuba.
De igual manera, incursionan en otros proyectos en fase de investigación y desarrollo para convertirlos en productos como la búsqueda de bioproductos que puedan incentivar el crecimiento de las plantas , controlar hongos fitopatógenos y estimular la defensa propia de las plantas ante condiciones difÃciles.