Santiago de Cuba enfrenta un rebrote de Covid-19 que ha generado contagios en ocho de los nueve municipios del territorio, con más de 200 casos autóctonos desde el 12 de octubre último, fecha de inicio de la nueva normalidad.
Según el doctor Luis Ricardo Manet Lahera, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, los territorios más afectados por la epidemia en la etapa de nueva normalidad han sido Songo-La Maya, con una tasa de incidencia de 57,8 por cada 100 000 habitantes; Santiago de Cuba, con una tasa de incidencia de 30,3 por cada 100 000 habitantes y Palma Soriano, con una tasa de incidencia de 22,8 por cada 100 000 habitantes. Además, territorios como San Luis y Mella comienzan a incrementar los diagnosticados, a partir de cadenas de transmisión iniciadas por personas infectadas en el extranjero.
Contramaestre, que fue uno de los primeros municipios con casos confirmados de la enfermedad, muestra una tendencia positiva en el control de la Covid-19, para una incidencia de 2,8 por cada 100 000 habitantes desde el inicio de la nueva normalidad. Solo Tercer Frente se ha mantenido sin reportar contagiados con SARS-Cov-2.
Ahora bien, en los últimos 15 días se ha complejizado el escenario epidemiológico a tal punto que el grupo temporal de trabajo para el enfrentamiento a la Covid-19, que encabeza el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, decidió el paso del territorio santiaguero a la fase tres. Esta indicación obedece a que en los últimos quince días han sido reportados 96 casos autóctonos, para una tasa de incidencia de 9,2 por cada 100 000 habitantes.
En este contexto, se encuentran por encima de la media provincial el municipio de Palma Soriano, Songo-La Maya y Santiago de Cuba.
Hasta el cierre de esta edición, se han reportado 94 casos importados desde el 12 de octubre, cifra que deberá incrementarse, en tanto se espera el arribo de más de 10 000 viajeros internacionales por los diferentes puntos de frontera de la provincia en las próximas dos semanas, lo cual incrementa considerablemente el riesgo de enfermar por Covid-19 en Santiago de Cuba.
En este sentido, las autoridades sanitarias locales han diseñado una estrategia de prevención que implica una vigilancia epidemiológica más acuciosa; limitaciones en cuanto a la aglomeración de personas en espacios públicos; así como limpieza y desinfección de instalaciones, parques, plazas y otros enclaves a los que afluya gran número de personas, entre otras acciones, que al cierre de esta edición eran valoradas por el Consejo de Defensa Provincial.
