Con más de cuatro meses sin detectar casos confirmados con la Covid-19, esta provincia oriental mantiene hoy una de las más bajas tasas de incidencia en el país y se esfuerza por su sostenibilidad.  En declaraciones a Prensa Latina, Ricardo Manet, director del Centro de Higiene, Epidemiología y Microbiología en el territorio, apuntó que suman 121 días desde el 19 de abril, cuando se registró la última persona contagiada.

Precisó el experto que los demás enfermos reportados en esa etapa contrajeron el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia, fuera del país, por lo cual no inciden en las estadísticas propias.

Manet consideró la disciplina en el acatamiento y puesta en práctica de las medidas higiénicas, sanitarias y de control establecidas por el Ministerio de Salud Pública como la clave en los favorables resultados ante la pandemia.

Los mayores índices de infección se presentaron en el municipio cabecera y en los de Palma Soriano y Contramaestre, donde se actuó de forma rápida y eficiente para los focos detectados y funcionaron debidamente los protocolos de aislamiento.

Un aporte trascendente en el enfrentamiento a la pandemia estuvo en el Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, donde fueron atendidos los pacientes de esta provincia y los de las vecinas Granma y Guantánamo.

Igualmente notable es la contribución del Laboratorio de Biología Molecular, que se mantiene procesando casi 300 muestras diarias, tras ser uno de los tres primeros, junto al de referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y el homólogo de Villa Clara, en iniciar tan significativa faena en Cuba.

Cuando el país encara rebrotes del SARS-CoV-2 en el occidente, fundamentalmente en La Habana, y en otros puntos de la geografía nacional, las autoridades y la población en la provincia no descuidan su estrategia, máxime cuando este primero de septiembre se reiniciará el curso escolar.