Bibliotecaria de profesión y de corazón, trabajó durante muchos años en el Hospital Pediátrico Sur, centro al que amó infinitamente. Más tarde, por su destacada trayectoria, se trasladó al Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas (CPICM), en la Dirección de Gestión de información y búsqueda bibliográfica.
Fue una luchadora incansable por el rescate de la historia y el reconocimiento de quienes fueran merecedoras de ello, y a veces, un tanto olvidadas. Por lo que aún después de jubilada, mantuvo en alto la visibilidad del centro al protagonizar los encuentros maravillosos “Dialogando con los autores”, sobre personalidades santiagueras, de la salud y de las letras, que formaron parte de una extensión de la Feria del Libro en Santiago de Cuba. Fue una mujer optimista, afable, competente y revolucionaria, que brindaba su apoyo incondicional a cuantos fuimos tras ella en búsqueda de información científica.
Desde que laboraba en la otrora “Colonia Española”, fue la primera persona que inició una campaña sobre la vida y obra del “Dr. Antonio María Béguez César”, padre de la Pediatría santiaguera y defendió la verdad científica de dicho profesor a través de publicaciones científicas, la principal: “A la memoria de Antonio María Béguez César” sobre Neutropenia crónica maligna familiar con granulaciones atípicas de los leucocitos o Síndrome de Chediak – Higashi, en Medisan, 2016. Y también luchó de manera infatigable por la justa causa de que se reconociera con su nombre, a su querido hospital, que finalmente lo honra.
Fue merecedora de la más alta condecoración que otorga la Bibliotecología y las Ciencias de la Información: “Antonio Bachiller y Morales”.
Fue pionera impartiendo cursos y talleres sobre búsqueda y gestión de información, aún antes de iniciarse la alfabetización informacional; participó en muchos eventos como Fórum de Ciencia y Técnica y jornadas científicas, e integró el comité de expertos del Concurso Premio Anual de la Salud, en múltiples ocasiones.
María Antonia fue una gran amiga; madre, abuela y esposa ejemplar. Defensora de sus principios patrióticos. En fin, fue una buena y bella persona.
Que descanse en paz, nuestra compañera fiel.