Esta celebración promueve actividades que se desarrollan a nivel mundial desde 1996, el último miércoles del mes de abril, con el propósito de divulgar a nivel internacional la importancia del cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos.
La celebración fue promovida por el Centro para el OÃdo y la Comunicación (Center for Hearing and Communication, CHC) de Nueva York.
Actualmente, el impacto del ruido en la audición, la salud y la calidad de vida está totalmente aceptado y demostrado por un gran número de estudios cientÃficos y médicos. El ruido está considerado como un agente contaminante del mundo moderno, el agente contaminante «invisible», y hoy los individuos y las comunidades no aceptan que el ruido sea un producto «natural» del desarrollo tecnológico, y en consecuencia se debe regular y controlar.
El ruido, como otros agentes contaminantes, produce efectos negativos en el ser humano, tanto fisiológicos como psicosomáticos, y constituye un grave problema medioambiental y social. La lucha contra el ruido es una acción individual y colectiva, el ruido no lo hacen solo los demás, sino que lo hacemos todos. La lucha contra el ruido precisa, por tanto, de la concienciación y colaboración ciudadanas, asà como de una implicación decidida y eficaz de las administraciones competentes, con una legislación y normativas adecuadas.
La exposición continua al ruido por encima de los 85 decibeles puede ser dañino al oÃdo, y las investigaciones han demostrado que no tiene que llegar hasta ese nivel para producir cambios fisiológicos sobre la presión sanguÃnea, el sueño, la digestión y otros trastornos relacionados con el estrés.
Los estudios actuales documentan los efectos dañinos que provoca el ruido en el aprendizaje y comportamiento de los niños, afirma Nancy Nadler, directora ejecutiva asistente del Centro para el OÃdo y la Comunicación (Center for Hearing and Communication, CHC) de Nueva York. Añade la especialista que «Es hora ya que tomemos responsabilidad para acallar nuestro entorno y crear un ambiente saludable para nosotros y nuestros niños».
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