La circulación de SARS-Cov-2, que obliga a restringir el movimiento de personas en diferentes localidades, dificulta el control del dengue por la interrupción de las acciones antivectoriales en las zonas afectadas por el nuevo coronavirus, eso es precisamente lo que ocurre por estos días en Santiago de Cuba; una provincia que afronta el incremento de casos confirmados de Covid-19 y de la infestación de Aedes aegypti, agente transmisor del dengue.

Al analizar el comportamiento de los indicadores de vigilancia y lucha antivectorial, el titular de esta actividad en el territorio, Alfredo Cintra Guerra, explicó a Sierra Maestra que no existen grandes avances en la contención de arbovirosis respecto a la semana anterior. El índice de infestación del mosquito continúa siendo de muy alto riesgo y municipios como Palma Soriano, Songo-La Maya, Contramaestre y Santiago de Cuba en los que existe un movimiento importante de casos de dengue, han tenido que poner en cuarentena o limitar el acceso a unas 18 zonas en las que no pueden realizarse acciones de control entomológico, vitales en esta etapa para reducir el riesgo de transmisión de arbovirosis.

Sin embargo, las afectaciones al trabajo de la Campaña por la contingencia epidemiológica que genera la Covid-19 no es la causa de que Santiago de Cuba enfrente una situación de alto riesgo frente a las arbovirosis. Las lluvias de semanas anteriores agudizaron un problema que ya existía y que se complejiza por la carencia de recursos y las limitaciones que impone el enfrentamiento al coronavirus.

El hecho es que sucedió lo que tanto han alertado las autoridades sanitarias santiagueras: el territorio presenta dos problemas de salud que no solo incrementan el riesgo de enfermar por la alta virulencia del SARS-Cov-2 y una mayor reproducción del Aedes aegypti en esta etapa del año; sino que dificultan la labor de los organismos responsables del control de estas afecciones.

En las condiciones actuales se hace más necesario que nunca el rol de los moradores en la prevención de arbovirosis. Continúan existiendo factores ambientales y sociales que propician la proliferación del vector -como los basureros, zanjas sin sanear, aguas estancadas; deficiencias en la recogida de desechos y en la eliminación de salideros, obstrucciones y la inadecuada conducta sanitaria de buena parte de la población. Con semejantes problemas la llegada de otra epidemia podría ser solo cuestión de tiempo, y el contexto signado por el peligro de la Covid-19- no puede ser menos favorable.

Por eso, realizar en casa acciones sencillas para proteger a la familia de esta enfermedad es indispensable para evitar que se repitan los sinsabores vividos en 2019 o en años anteriores, en los que el dengue generó eventos epidémicos.

La dirección del Partido y el Gobierno en la provincia encabezan la labor multisectorial dirigida a controlar enfermedades transmisibles y, por tanto, le corresponde exigir y garantizar que los organismos encargados cumplan cada vez mejor su cometido -ya sea en el saneamiento comunal y la erradicación de riesgos ambientales, en la vigilancia epidemiológica, la prevención y la asistencia médica. No obstante, en la comunidad y en el hogar cada persona tiene tanta responsabilidad como las autoridades del territorio; pues sin la colaboración popular será muy difícil reducir a niveles de bajo riesgo la infestación del mosquito.

Tomado de Sierra Maestra