La desnutrición es un desequilibrio entre el crecimiento y la descomposición de los tejidos corporales y las reservas de nutrientes, que da lugar a la pérdida de masa muscular y orgánica, disminución del funcionamiento fÃsico y mental y deterioro de los resultados clÃnicos. Sobre la base de la causa de la desnutrición, se reconocen tres subtipos: desnutrición en ausencia de inflamación subyacente, desnutrición relacionada con inflamación subyacente e inanición debido al acceso inadecuado a los alimentos (es decir, vulnerabilidad alimentaria).
FisiopatologÃa |
El concepto de dos vÃas fisiopatológicas principales de la desnutrición está bien establecido. La vÃa relacionada con la inflamación resulta de la anorexia y el aumento de la degradación tisular, y la vÃa relacionada con la deficiencia se inicia con una menor ingesta o absorción de alimentos y nutrientes.
Deficiencias de energÃa y nutrientes
La ingesta o absorción inadecuada de energÃa y nutrientes es el escenario clásico de la desnutrición. La disfagia después de un accidente cerebrovascular y el sÃndrome del intestino corto son ejemplos de esta vÃa no inflamatoria. En tales condiciones, el metabolismo humano se adapta disminuyendo el gasto energético en reposo, la frecuencia cardÃaca, la temperatura corporal y la actividad fÃsica espontánea. Las reservas de glucógeno en el hÃgado y los músculos se agotan en 1 a 2 dÃas y son reemplazadas por grasa corporal como principal fuente de energÃa.
Las reservas de proteÃnas están parcialmente protegidas, pero el músculo sigue agotado para garantizar un suministro de aminoácidos para la sÃntesis y oxidación de proteÃnas para obtener energÃa. Esta adaptación contribuye a la capacidad de sobrevivir a la inanición. Las observaciones históricas indican que es posible sobrevivir hasta 60 dÃas en un estado de inanición total si se dispone de lÃquidos.
> Desnutrición relacionada con la inflamación
Cuando la enfermedad subyacente se acompaña o es impulsada por una inflamación mediada por citocinas inflamatorias y prostaglandinas, como en las neoplasias, las infecciones, enfermedades orgánicas terminales o crÃticas, el metabolismo se vuelve más complejo y desadaptativo. En este caso, el gasto energético en reposo aumenta con la privación de alimentos más inflamación. La frecuencia cardÃaca en reposo y la temperatura corporal aumentan. La degradación de proteÃnas en el músculo esquelético aumenta. Los aminoácidos del músculo se utilizan como combustible para la producción de glucosa a través de la gluconeogénesis y para la sÃntesis de los reactantes de fase aguda. Durante la inflamación, el recambio proteico no está regulado por los requisitos de nutrientes, sino que continúa incluso cuando se suministra suficiente energÃa y proteÃnas. El resultado es la pérdida de masa muscular.
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