El siglo XXI plantea nuevos retos en la Educación Superior, a partir de la necesidad de que el proceso educativo se sustente en los principios de pertinencia, calidad y excelencia. Para Cuba, uno de los desafíos fundamentales es la formación y superación con calidad de los recursos humanos.(1)
Se manifiesta en documentos por el estado cubano la actualización de los lineamientos de la política económica y social,(2) los referidos a la educación y a la salud, que plantean como objetivos elevar los índices de calidad alcanzados, el fortalecimiento de la investigación y la innovación, así como mejorar la calidad de los servicios prestados.
Para las ciencias de la Educación Médica, la educación en el trabajo (ET) es su principio rector, donde el tutor desempeña un papel fundamental en cuanto a la formación de conocimientos y habilidades profesionales.(3,4) Por tal motivo, la evaluación del desempeño profesional pedagógico del tutor de la especialidad de Medicina General Integral (MGI) es un elemento crucial para garantizar la calidad del proceso formativo en la atención primaria de salud (APS).
En la sistematización sobre la evaluación de las funciones tutoriales ante las modificaciones efectuadas en la formación especializada a escala internacional, los estudios revisados(5,6,7,8) se muestran en un contexto diferente a como ocurre este proceso en Cuba, el cual se desarrolla en la misma área de salud donde el tutor desempeña la actividad profesional, y sus funciones se adaptan a las características propias de la APS.
Varios autores nacionales(9,10,11) han demostrado con sus indagaciones las deficiencias que poseen los tutores de MGI en el desarrollo de las habilidades pedagógicas que afectan su desempeño profesional. Estos asumen la superación pedagógica del tutor como vía de solución.
Desde el trabajo exploratorio realizado por los autores se constató que, en la filial de Colón, de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, existe poca experiencia como tutor, todos son especialistas de primer grado en las especialidades básicas, la mayoría con categoría docente de instructor y no cuenta con especialistas de segundo grado ni Doctores en Ciencias. Se constató, además, mediante el control planificado a la ET y supervisiones, la poca motivación y poco dominio de habilidades pedagógicas para desarrollar la función de tutoría.
En las autoevaluaciones del curso 2021-2022 se comprobó que los profesores sólo se refieren al cumplimiento de sus funciones como tutores de tesis de la especialidad. Además, en el plan de trabajo metodológico de la filial no se contemplan actividades afines con la función de tutoría en la APS.
Dicho trabajo tiene como objetivo, contribuir al mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del tutor de la especialidad de Medicina General Integral, a partir del principio de la formación permanente y continuada en las ciencias de la Educación Médica.
Continuar leyendo en: https://medisan.sld.cu/index.php/san/article/view/4924/html