Un ejercicio sencillo y fácil de realizar en casa podrÃa ayudar a reducir la presión arterial tanto como tomar medicamentos. Según los expertos, incorporar ejercicios diarios de respiración profunda podrÃa tener un impacto notable en el bienestar.
Sufrir de presión arterial alta, o hipertensión, indica que la presión de la sangre contra las paredes arteriales es excesivamente alta. Esta condición persistente puede provocar daño en los vasos sanguÃneos, asà como en el corazón y otros órganos vitales.
También es un factor de riesgo importante para crisis de salud potencialmente mortales, como accidentes cerebrovasculares e infartos. Si bien a las personas con presión arterial extremadamente alta se les suelen recetar medicamentos para controlarla, existen medidas de autocuidado que pueden tomarse.
Estas medidas incluyen mejoras en la dieta, la reducción del consumo de sal y la práctica regular de actividad fÃsica. Además, según estudios, los ejercicios de respiración podrÃan ser beneficiosos.
Expertos de Harvard Health han sugerido en un artÃculo que los ejercicios de respiración constantes “pueden reducir la presión arterial tanto como tomar medicamentos”. Afirmaron: “Una persona promedio inhala y exhala unas 22,000 veces al dÃa, generalmente con poco esfuerzo o reflexión”.
“Pero aquà hay algo que vale la pena reflexionar: practicar la respiración lenta y profunda durante solo unos minutos al dÃa puede reducir la presión arterial, reduciendo potencialmente el primer número en una lectura (presión arterial sistólica) hasta en 10 puntos”.
La doctora Kimberly Parks, cardióloga del Hospital General de Massachusetts, afiliado a Harvard, afirmó: “Cualquier persona con hipertensión en etapa 1, que se define como una lectura sistólica de 130 a 139, debe saber que los ejercicios de respiración son una forma eficaz de reducir la presión arterial sin medicación”.
El artÃculo explicaba que al respirar profundamente, el diafragma se contrae y desciende, permitiendo que los pulmones se expandan por completo. Esta acción estimula el nervio vago, que conecta el cerebro con el colon.