Los Trastornos por Tics se inician habitualmente
en la edad escolar y en la mayoría de los casos evolucionan como trastornos neuropsiquiátricos
complejos con problemas asociados. Sólo alrededor del 15% de los pacientes permanecen con los tics como síntoma único. Se acepta que los factores genéticos, neurológicos y psicológicos y su interacción tienen un papel esencial en la etiología de estos trastornos. Para el clínico es importante conocer los patrones temporales de evolución a corto y largo plazo para decidir cuándo iniciar las intervenciones terapéuticas, cambiar los fármacos
o simplemente cuando sólo ofrecer un seguimiento y apoyo a la familia para afrontar los problemas psicosociales asociados.1
Descripción y clínica
Las características principales de los trastornos por Tics son: presencia de tics motores y/o vocales (ver definición abajo), de comienzo en áreas proximales (cabeza, cara, cuello), suceden muchas veces al día, al menos durante 4 meses, supresión de los tics por cortos períodos de tiempo (en especial después de los 10 años), presencia de sensaciones sensoriomotrices premonitorias antes de los tics (después de los 10 años) y presencia de tics durante el sueño.
La clasificación de los Trastornos por Tics es semejante en los dos sistemas de clasificación CIE-102 y DSM-IV3. En la CIE-10 existen cuatro categorías: trastorno por tics transitorios (la duración no es mayor de 12 meses), trastorno crónico de tics motores o vocales (tics motores o vocales por un período de más de 1 año), Síndrome de Gilles de la Tourette (ST) (tics crónicos motores y vocales por un período de más de 1 año), trastorno por tics no especificado (no cumple criterios de los trastornos anteriores).
La característica psicopatológica esencial de los Trastornos por Tics son los tics motores y vocales, que deben estar presentes en algún momento durante la enfermedad. Un tic es un movimiento motor o vocalización estereotipado, no rítmico, recurrente, rápido y súbito que se produce en salvas. Habitualmente se inician en áreas proximales del cuerpo (cabeza, cara y cuello), pueden ser movimientos aislados o fragmentos de movimientos más complejos. Representan acciones de grupos musculares en una o varias partes del cuerpo (al mismo tiempo o secuencialmente). Los tics no tienen un objetivo, parecen no tener sentido, son repentinos y pueden ser precedidos de una sensación sensorio-motriz en forma de tensión nerviosa, presión, urgencia de impulso hacia el movimiento, incluso sensaciones dolorosas. Varían a lo largo del tiempo, en forma, intensidad, frecuencia y complejidad. Pueden ser simples o complejos según el número de músculos implicados. Los tics vocales pueden ser desde carraspeos hasta fragmentos de palabras o frases. Algunos pacientes repiten movimientos (ecopraxia) y palabras de otra gente (ecolalia) o sus propias palabras (palilalia). En ocasiones tras el tic los pacientes sienten una sensación “de no haber terminado” y repiten el movimiento de forma voluntaria hasta que se desprenden de esa sensación.
Los tics ocurren en salvas a lo largo del día y cambian en severidad en semanas o meses. Entre los episodios hay períodos de tics distónicos, es decir movimientos que tienen una larga duración.
Ver detalles: (PDF) Trastornos por Tics en niños y adolescentes (researchgate.net)