Con el lema “Las personas mayores en el punto de mira de las emergencias”, el DÃa Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez de este 2024 pone de relieve la urgente necesidad de proteger y ofrecer asistencia a las personas mayores durante las crisis.
Servirá también para destacar la importancia de la educación y la formación del personal de emergencias, los cuidadores y el público en general.
Al reunirnos para celebrar este DÃa, reafirmemos nuestro compromiso de salvaguardar los derechos y la dignidad de las personas mayores, garantizando que nadie se quede atrás, especialmente en tiempos de crisis.
Las emergencias como las catástrofes naturales, las pandemias o los conflictos afectan de manera desproporcionada a las personas mayores, exacerbando aún más su vulnerabilidad. Es crucial tener en cuenta sus necesidades en la planificación y respuesta ante emergencias, ya que suelen tener problemas de movilidad, enfermedades crónicas o aislamiento social. Estos factores pueden dificultar su capacidad para acceder a la ayuda, evacuar de forma segura o recibir a tiempo atención médica oportuna y servicios de asistencia. Además, el estrés y el caos de las emergencias pueden aumentar el riesgo de malos tratos a las personas mayores, ya sean fÃsicos, emocionales, económicos o por negligencia.
La protección de nuestros ancianos
Entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60 años o más aumente en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial, y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vÃas de desarrollo, y requiere que se preste mayor atención a los desafÃos especÃficos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
El maltrato de las personas mayores es un problema social que existe en los paÃses en desarrollo y desarrollados y, por lo general, no se notifica suficientemente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos paÃses desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%. Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.
Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de las personas mayores tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Por ejemplo, en algunas sociedades tradicionales se obliga a las viudas de edad a casarse de nuevo, mientras que en otras las mujeres mayores que viven solas son acusadas de practicar la brujerÃa. Desde una perspectiva sanitaria y social, si los sectores de atención primaria de salud y los servicios sociales no están bien preparados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.
“Al conmemorar este DÃa por primera vez, reafirmemos en conjunto que los derechos humanos de las personas mayores son tan absolutos como los de todos los seres humanos”, señala Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU. La Organización Mundial de la Salud estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato, ya sea fÃsico, financiero o emocional. Además, investigaciones recientes sugieren que el abuso, el abandono y la violencia contra las personas mayores, tanto en el hogar como en las instituciones, son mucho más frecuentes de lo que se ha reconocido.
Tales actos son un ataque inaceptable a la dignidad humana y a los derechos humanos. Lo que es peor, a menudo esos hechos no son denunciados ni atendidos.
Alarmada por este problema cada vez más difundido, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado el DÃa Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez , que se conmemorará todos los años el 15 de junio.
El respeto a los mayores está consagrado en muchas sociedades. Puesto que la gente vive más tiempo, y siendo que bregamos por un desarrollo sostenible e inclusivo, es hora de reavivar y expresar aún más nuestro aprecio por aquellos que han avanzado en años. Una civilización moderna solo puede merecer tal nombre si conserva la tradición de honrar, respetar y proteger a los ancianos de la sociedad.
Al conmemorar el DÃa por primera vez, reafirmemos en conjunto que los derechos humanos de las personas mayores son tan absolutos como los de todos los seres humanos.
Hago un llamamiento a los gobiernos y a todos los agentes interesados para que formulen y apliquen estrategias de prevención más eficaces y leyes y polÃticas más rigurosas a fin de atender todos los aspectos del maltrato a las personas ancianas. Trabajemos juntos para optimizar las condiciones de vida de esas personas a fin de que puedan brindar lo mejor de sà a nuestra sociedad.