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Riesgo y predictores de fracturas en la artritis reumatoide temprana

La combinación del tratamiento de la artritis, terapia anti osteoporosis y evaluación del riesgo de caídas junto con otras medidas preventivas disminuiría las fracturas en la enfermedad temprana.

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune sistémica que se caracteriza por sinovitis simétrica, pero también por inflamación extraarticular que resulta en un alto riesgo de comorbilidades, incluyendo osteoporosis y fracturas.

La osteoporosis es un factor de riesgo importante para las fracturas, y los pacientes con AR tienen un mayor riesgo en comparación con la población general. El riesgo de fracturas parece aumentar con la duración de la enfermedad, pero en la AR temprana este riesgo está menos estudiado.

La asociación entre baja masa ósea y fracturas en pacientes con AR se ha examinado en diferentes entornos con resultados variables. Se ha sugerido que existe una discrepancia entre los niveles de densidad mineral ósea (DMO) y el riesgo de fracturas en la AR, lo que lleva a la búsqueda de explicaciones complementarias y factores de riesgo que pueden necesitar más atención. Dichos factores de riesgo pueden ser caídas y predictores de caídas, incluyendo debilidad muscular, equilibrio deficiente y deterioro de la función en las extremidades inferiores debido a articulaciones hinchadas o dolorosas, pero también la calidad ósea deteriorada.

Los objetivos de este estudio fueron
1) comparar la incidencia de fracturas en una cohorte de AR (con niveles de DMO descriptos previamente) con la de la población general,
2) investigar la relación entre la DMO al momento del diagnóstico y durante los primeros 10 años con las fracturas en la AR, y
3) examinar otros predictores potenciales de futuras fracturas en la AR temprana a través de parámetros clínicos y pruebas funcionales de las extremidades.

Materiales y métodos

Entre 1995 y 2005, 233 pacientes (164 mujeres, 69 hombres) con AR temprana (síntomas por <12 meses) fueron reclutados de la clínica ambulatoria de reumatología del Hospital Universitario de Malmö, Suecia o de los 4 reumatólogos de práctica privada del área. Todos los pacientes cumplían con los criterios de AR de 1987 del Colegio Americano de Reumatología. Se identificaron cuatro controles sin AR por paciente (n = 932; 656 mujeres). Los controles se emparejaron por edad (±1 año), sexo y área residencial.

Los pacientes fueron evaluados al momento de la inclusión y después de 0,5, 1, 2, 5 y 10 años por el mismo reumatólogo según un protocolo estructurado. En la inclusión y en los controles se midió la fuerza de agarre promedio (Newton) durante 10s en la mano dominante y se comparó con la fuerza de agarre esperada para edad y sexo. Un subconjunto de pacientes (n=105) también fue evaluado según el Índice de Función Muscular (IFM). La información sobre tratamiento con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológica (FAMEb) desde el inicio hasta el 31 de diciembre de 2017 se obtuvo del registro del Grupo de Tratamiento de la Artritis y del Registro de Calidad de Reumatología de Suecia. Todos los pacientes tuvieron atención estándar, sin ningún protocolo pre-especificado para el tratamiento antirreumático y sin restricciones para el tratamiento anti-osteoporótico.

El factor reumatoide (FR) y los anticuerpos contra los péptidos citrulinados cíclicos (anti-CCP) se analizaron al inicio mediante ELISA. Se obtuvieron radiografías de manos y pies en la inclusión y después de 2, 5 y 10 años, y en cada ocasión, excepto a los 10 años, se calificaron de acuerdo con la escala de Sharp/van der Heijde (ESH), considerando subescalas de puntuación de erosión y de estrechamiento del espacio articular (EEA).

Los pacientes fueron examinados con absorciometría de rayos X de energía dual (AXD) en el cuello femoral izquierdo y en la segunda a cuarta vértebras de la columna lumbar (L2-L4) al momento de la inclusión y después de 2, 5 y 10 años. A partir de los valores de DMO (g/cm2) se calcularon los puntajes Z (número de desviaciones estándar (DE) por encima o por debajo de la DMO media para la edad y el sexo) utilizando una población de referencia. Los valores de DMO que superaban ±3 DE de la media se consideraron atípicos y se excluyeron de los análisis.

La información sobre fracturas y comorbilidades en pacientes y controles del 1 de enero de 1987 al 31 de diciembre de 2019 se obtuvo del Registro Nacional de Pacientes y del Registro de Causas de Muerte de Suecia. Se identificaron las fracturas de cadera, parte superior proximal del brazo, antebrazo distal, vértebra y pelvis, así como comorbilidades predefinidas según los códigos de diagnóstico CIE-9 y CIE-10.

Se estimó la incidencia de fracturas en pacientes con AR y controles, y la relación entre AR y riesgo de fracturas. Se analizó el impacto de las características basales en el riesgo general de fracturas en los pacientes con AR, y el impacto de las puntuaciones Z basales de DMO en el cuello femoral y la columna lumbar (L2-L4) en el riesgo de fracturas en total y, en el cuello femoral y la columna lumbar/pelvis para la ubicación respectiva.

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Ariadna Velázquez Ricardo
MSc. Informática Esp. Educativa. Esp. Gestión, procesamiento y almacenamiento de la información. CPICM-SC. Infomed.

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