Estamos pasando por un invierno quizás un poco más intenso de lo habitual. Creo que todos hemos sentido el descenso de las temperaturas durante parte del primer mes de este año 2025 y es posible, por qué no, haber tenido un “resfriado”.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, el resfriado común, también conocido como resfrío común, catarro o constipado, no es más que es una infección viral de las vías respiratorias superiores. Por lo general, su duración no pasa de una semana y entre sus síntomas y signos se describen la secreción o congestión nasal, la tos, los estornudos, el dolor de garganta y de cabeza, los dolores del cuerpo leves y la fiebre, está última por lo general baja en los niños mayores y en los adultos.
Aunque el resfriado común no es una enfermedad grave, sí es bastante frecuente, sobre todo en la etapa invernal. Se dice que puede ser responsable de un 40% del absentismo laboral y de un 30% en el caso del escolar. Para su manejo en casa, se recomienda siempre beber abundantes líquidos, hacer gárgaras de agua tibia con sal para calmar el dolor de garganta, apoyarse sobre almohadas en la noche para aliviar la tos y lograr dormir mejor, inhalar vapor al tomar una ducha caliente o literalmente hacer inhalaciones al poner la cabeza bajo una toalla y sobre un recipiente con agua en ebullición. Junto a tales medidas, vale recordar la importancia de descansar y dormir lo suficiente.
Ahora bien, a lo anterior es posible agregar el uso de ciertas plantas medicinales disponibles en el país. A continuación les comparto algunas que pueden ser bien útiles, de acuerdo con lo referido en la tercera edición de la Farmacopea Vegetal Caribeña:
- Menta americana, anís de España, hinojo de anís, poleo, quita dolor, salvia americana, toronjil de España, toronjil isleño, toronjil mentol o hierba buena americana –Lippia alba (Mill.) N.E. Br.-: Preparar una decocción con tres cucharadas de las hojas frescas bien troceadas en medio litro de agua, dejando hervir por cinco minutos en recipiente tapado. Pasado este tiempo se deja enfriar, se filtra y se bebe una taza tres veces al día. No usar durante el embarazo, la lactancia o en niños menores de ocho años. Está contraindicado su consumo por personas bajo tratamiento farmacológico con antidepresivos, ansiolíticos o sedantes.
- Anón –Annona squamosa-: Preparar una decocción con 50 hojas frescas en un litro de agua, dejando hervir por 10 minutos en recipiente tapado. Luego se enfría, se filtra y se puede beber una taza tres o cuatro veces en el día. No usar durante el embarazo porque es susceptible de provocar aborto, tampoco por mujeres que lactan o por niños menores de 12 años. Es necesario considerar el posible riesgo asociado a los compuestos neurotóxicos presentes en la hoja de algunas especies de la familia Annonaceae, los que se relacionan con la aparición de Parkinson atípico. Por ello no se recomienda su consumo prolongado, por más de un año.
- Bejuco ubí –Cissus verticillata (L.) Nicolson & C. E. Jarvis-: Preparar una decocción con seis cucharadas de las hojas bien troceadas en un litro de agua, dejando hervir 10 minutos en recipiente tapado. Después se enfría, se filtra y se beben tres tazas al día. No usar en el embarazo porque es susceptible de provocar aborto, durante la lactancia, ni en niños menores de 5 años.
- Caña santa, caña o cañita de limón, hierba de la calentura o hierba limón –Cymbopogon citratus (DC.) Stapf-: Preparar una decocción o infusión con entre tres y cinco cucharadas de hojas bien troceadas un litro de agua. Para la decocción hervir por cinco minutos en recipiente tapado y para la infusión agregar el agua hirviendo al recipiente con el material vegetal, tapar y dejar reposar durante cinco minutos. En cualquiera de los dos casos se enfría la preparación y se filtra a través de un paño fino para evitar lesiones mecánicas sobre las mucosas, atribuidas a microfilamentos presentes en las hojas. Se recomienda beber una taza dos o tres veces al día. No usar en mujeres embarazadas, durante el período de lactancia, ni en niños menores de tres años.
- Cebolla –Allium cepa-: Preparar una decocción con un bulbo en medio litro de agua, dejando hervir por 10 minutos en recipiente tapado. Luego se pone a enfriar, se filtra y se bebe una taza tres veces al día. También se puede preparar una especie de jarabe cortando un bulbo y mezclándolo con tres cucharadas de azúcar refino, esta mezcla se deja en un recipiente tapado por varias horas y luego se filtra con un paño o un colador fino. De esta preparación se toma una cucharada 3 veces al día. No emplear la cebolla con fines medicinales durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de tres años. Debe saberse que se han reportado reacciones adversas asociadas a su uso, tales como rinitis, conjuntivitis y dermatitis por contacto.
En todos los casos anteriores, cuando se dice una taza, esto es equivalente a 250 mililitros de la decocción o infusión. Es importante tener en cuenta que estos preparados caseros son extemporáneos y generalmente no se deben conservar fuera de frío o por más de 24 horas. Considere además mantener el tratamiento hasta la desaparición de los síntomas, pero si ocurre alguna complicación o si el cuadro clínico no mejora pasada una semana, es necesario volver al médico.
Hasta el momento no existe un tratamiento específico para el resfriado común. Los medicamentos disponibles están dirigidos al alivio de síntomas como la tos, la fiebre y la secreción nasal, pero no pocos investigadores y prescriptores coinciden en que existen plantas medicinales con evidencia suficiente para respaldar su uso en el tratamiento de este padecimiento tan frecuente. Algunas como las cinco aquí listadas siempre han estado, y todavía hoy siguen siendo una opción, para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!