La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han publicado conjuntamente un nuevo informe y orientaciones en el que se hace hincapié en los crecientes desafÃos para la salud mundial que supone el calor extremo en el caso de los trabajadores.
A medida que el cambio climático provoca olas de calor más frecuentes e intensas, muchos trabajadores que periódicamente se ven expuestos a condiciones de calor peligrosas ya sienten los efectos para la salud del aumento de las temperaturas, en particular, los trabajadores manuales de sectores como la agricultura, la construcción y la pesca. El aumento de los episodios de calor también está provocando problemas de salud en poblaciones vulnerables de los paÃses en desarrollo, como los niños, los adultos de edad avanzada y las poblaciones de ingreso bajo.
«La sobrecarga calórica ya está perjudicando la salud y los medios de subsistencia de miles de millones de trabajadores, especialmente en las comunidades más vulnerables», declaró el Dr. Jeremy Farrar, Subdirector General de la OMS para la Promoción de la Salud, la Prevención de Enfermedades y los Cuidados. «Estas nuevas orientaciones ofrecen soluciones prácticas y basadas en la evidencia para proteger vidas, reducir la desigualdad y construir una fuerza de trabajo más resiliente en un mundo en el que la temperatura va en aumento».
Este nuevo informe y orientaciones técnicas, titulado Climate change and workplace heat stress (Cambio climático y sobrecarga calórica en el lugar de trabajo), se basa en cinco decenios de investigación y evidencia, e insiste en que el aumento de las temperaturas afecta gravemente a la salud y la productividad de los trabajadores. Según la OMM, 2024 fue el año más caluroso del que existen registros. Cada vez es más frecuente que las temperaturas superen durante el dÃa los 40 °C e incluso los 50 °C, un claro indicio de que es necesario actuar ya para hacer frente a los efectos cada vez más graves que tiene la sobrecarga calórica en trabajadores de todo el mundo.
«La sobrecarga calórica ocupacional se ha convertido en un desafÃo social en todo el mundo, y ya no afecta únicamente a los paÃses que se encuentran cerca del ecuador, como lo demuestra la reciente ola de calor en Europa», señaló la Secretaria General Adjunta de la OMM, Ko Barrett. «Proteger a los trabajadores del calor extremo no es solo un imperativo de salud, sino una necesidad económica».Â
Constataciones principales
El informe y orientaciones destaca una serie de cuestiones clave relacionadas con los efectos que tiene el calor extremo en la salud.
- La frecuencia e intensidad de los eventos de calor extremo ha aumentado considerablemente, lo que acentúa los riesgos para quienes trabajan tanto al aire libre como en interiores.
- La productividad de los trabajadores cae entre un 2 % y un 3 % por cada grado por encima de los 20 °C.
- Los riesgos para la salud incluyen la insolación, la deshidratación, la disfunción renal y los trastornos neurológicos, y todos ellos representan una amenaza para la salud y la seguridad económica a largo plazo.
- Aproximadamente la mitad de la población mundial sufre las consecuencias adversas de las altas temperaturas.
Para afrontar estos retos, el informe pide que se implementen planes de acción ocupacionales contra el calor, adaptados a sectores y regiones concretos, y formulados en colaboración con empresarios, trabajadores, sindicatos y expertos en salud pública.
Medidas recomendadas:
Las orientaciones trazan un camino claro para que gobiernos, empleadores y autoridades de salud mitiguen los crecientes riesgos del calor extremo para la población trabajadora. Las medidas recomendadas incluyen:
- Formular estrategias encaminadas a combatir los efectos para la salud que tiene el calor en el lugar de trabajo que contengan planes y consejos personalizados que tengan en cuenta las caracterÃsticas meteorológicas locales, profesiones concretas y la vulnerabilidad de los trabajadores;
- Poner el acento en las poblaciones vulnerables, prestando especial atención a los trabajadores de mediana edad y de edad avanzada, las personas con afecciones crónicas y las personas con menor condición fÃsica, que pueden ser más susceptibles a los efectos de la sobrecarga calórica;
- Actividades de educación y sensibilización dirigidas a personal de respuesta inicial, profesionales de la salud, empleadores y trabajadores a fin de que identifiquen y traten adecuadamente los sÃntomas de la sobrecarga calórica, que suelen diagnosticarse erróneamente;
- Involucrar a todas las partes interesadas, desde los trabajadores y los sindicatos hasta los expertos en salud y las autoridades locales, en la elaboración conjunta de estrategias para combatir los efectos del calor en la salud que sean pertinentes a nivel local y cuenten con un amplio respaldo.
- Concebir soluciones que no solo sean efectivas, sino también prácticas, asequibles y ambientalmente sostenibles, velando por que las polÃticas puedan implementarse a escala.
- Apostar por la innovación adoptando tecnologÃas que puedan ayudar a proteger la salud mientras se mantiene la productividad.
- Promover que prosiga la investigación y la evaluación a fin de reforzar la eficacia de las medidas sobre salud y calor en el lugar de trabajo y garantizar la máxima protección para los trabajadores en todo el mundo.