En 2016, la American Heart Association (AHA) publicó una declaración cientÃfica que destaca la evidencia y lagunas en el conocimiento de las asociaciones entre la duración y la calidad del sueño y la salud cardiometabólica (SCM). Existe evidencia que respalda las asociaciones entre la corta larga duración del sueño y la incidencia de obesidad, diabetes tipo 2 (DT2), hipertensión, enfermedad coronaria (EC) y accidente cerebrovascular (ACV).
Hay indicios de causalidad de la restricción del sueño, sobre todo, en relación a la obesidad. Hay evidencia también sobre la asociación del sueño con la SCM.
La AHA añadió la duración del sueño como octava métrica de la salud del sueño (SS), elevando la categorÃa “Life’s Simple 7” a “Life’s Essential 8” (LE8).
Definición de la salud del sueño multidimensional
La SMS representa un “patrón multidimensional de sueño-vigilia, adaptado a las exigencias individuales, sociales y ambientales que promueven el bienestar fÃsico y mental”. Esta definición enfatiza que el sueño no es una experiencia fisiológica unitaria y que múltiples dimensiones del sueño afectan el funcionamiento de diversas maneras.
Ningún aspecto de la SS captura por sà solo su valor fisiológico y fenomenológico. Las dimensiones de duración, continuidad, ritmo, satisfacción, regularidad y funcionamiento diurno relacionados con el sueño han demostrado ser importantes y pueden medirse objetivamente y por autoinformes.
- La duración del sueño es la cantidad de sueño obtenido, nocturno o periódico (24 horas), conocido por autoinformes. Esta dimensión se incluye en la escala LE8.
- La continuidad del sueño refleja la capacidad de iniciar y mantener el sueño. Es la eficiencia del sueño (proporción del tiempo en cama dedicado a dormir), que se calcula a partir de la latencia del sueño (lapso hasta dormirse), número de despertares, tiempo que despierto después del inicio del sueño y el despertar temprano no planificado.
- El horario del sueño es la hora del reloj durante el dÃa de 24 horas en que alguien duerme y los despertares tempranos no planificados.
- El reloj circadiano ayuda a regular el sueño, de modo que el sueño nocturno biológico tenga mayor continuidad y sea más satisfactorio comparado con el sueño diurno. La satisfacción del sueño refleja la percepción reporta de haber dormido.
- La regularidad del sueño es la variabilidad o invariabilidad del horario o su duración, lo que puede representarse de varias maneras: discrepancia entre dÃas laborables y fines de semana u otras métricas computacionales que describen la variabilidad de la duración del sueño o las variables de horario. La regularidad se refiere a la estabilidad de ese horario a lo largo de los dÃas, independientemente de su ubicación en el dÃa de 24 horas.
- El funcionamiento diurno relacionado con el sueño es el grado de preservación de los aspectos del funcionamiento durante el dÃa, independientemente de las mediciones nocturnas. Suele conceptualizarse como estar alerta, enérgico, vigilante y despierto, sin somnolencia diurna o fatiga (cansancio sin somnolencia). Se puede evaluar mediante autoinformes o pruebas objetivas de laboratorio y representarse por la ausencia de déficits en otras facetas del funcionamiento diurno.
- La arquitectura del sueño se refiere a las etapas del sueño (de ondas lentas; de movimientos oculares rápidos) y a los patrones fisiológicos medidos por electroencefalografÃa.
- Las etapas del sueño representan diversas funciones neurofisiológicas, y su intensidad y ritmo se asocian con resultados fisiológicos y conductuales.
Un marco utilizado para conceptualizar la SMS es el modelo RU_SATED, definido por los dominios de regularidad, satisfacción, alerta (funcionamiento diurno relacionado con el sueño), ritmo, eficiencia (continuidad del sueño) y duración. Este modelo no incluye la ausencia de trastornos del sueño ni considera la arquitectura del sueño. No hay consenso sobre qué medida del sueño representa mejor cada dominio ni sobre los umbrales considerados óptimos.
Detalles en: https://www.intramed.net/content/salud-multidimensional-del-sueno-y-enfermedades-cardiovasculares