La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo como el Día para la Cero Discriminación, el cual constituye un llamamiento para promover y celebrar el derecho de cada persona a vivir una vida plena con dignidad, independientemente de su aspecto, sexo, edad, religión, lugar de procedencia, condición social, opiniones, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, etnia, idioma, estado de salud (incluyendo el VIH), localización geográfica, estatus económico o migratorio, o por cualquier otra índole. [1]. El principal objetivo del día es hacer un llamado a enfrentar la discriminación de cualquier tipo, frenar los actos discriminatorios que se presentan en colegios, trabajo, comunidades, en la vida cotidiana, ya que cada vez que se rechaza a una persona o a un grupo, se debilita la cohesión social se retrasa el desarrollo de comunidades y se puede estar atentando contra la vida de todos[2]. Sin embargo, y desafortunadamente, la discriminación sigue minando los esfuerzos para conseguir un mundo más justo y equitativo.
En México, de acuerdo con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED) (2003), se define discriminación como toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, la igualdad real de oportunidades de las personas o atentar contra la dignidad humana, con cualquiera de estos motivos: origen étnico o nacional, color de piel, cultura, sexo, género, edad, discapacidad, condición social, económica, de salud o jurídica, religión, apariencia física, características genéticas, situación migratoria, embarazo, lengua, opinión, preferencias sexuales, identidad o filiación política, estado civil, situación familiar, responsabilidades familiares, antecedentes penales o cualquier otro motivo. También se entenderá como discriminación la homofobia, la misoginia, cualquier manifestación de xenofobia, la segregación racial, el antisemitismo, así como la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia. [3].
Y en la Constitución Política de México, en su Artículo 1° Constitucional prohíbe todo tipo de discriminación debido a cualquiera de los motivos mencionados, a fin de evitar la anulación o el menoscabo de los derechos y libertades de las personas.
Es importante reconocer que la discriminación es un fenómeno social que vulnera la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas, y que se genera en las prácticas sociales entre las personas, la familia y con las autoridades, incluso de manera no consciente, a través de estereotipos y prejuicios que rechazan, excluyen y denigran a las personas. Discriminar quiere decir dar un trato distinto a las personas que en esencia son iguales y gozan de los mismos derechos; ese trato distinto genera una desventaja o restringe un derecho a quien lo recibe. [4] Es decir es una violación de los derechos humanos fundamentales que todas las personas deben disfrutar en pie de igualdad.
Todas las personas pueden ser objeto de discriminación; sin embargo, aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad o desventaja, ya sea por una circunstancia social o personal, son quienes la padecen en mayor medida. Es decir, la discriminación sigue estando presente en las relaciones humanas en detrimento de la dignidad y la vida, por lo que es relevante identificarla, conocerla, hacerla visible, para comprenderla y erradicarla, ya que todos podemos ser sujetos de discriminación y/o ejercerla, y día con día muchas personas en el mundo, son víctimas de ella, afectando no solo a individuos o a grupos de personas, nos hace daño a todos, por ejemplo[5]: Limitar el acceso a la educación de las niñas y las mujeres jóvenes no solo les perjudica a ellas, sino que además evita que las sociedades se beneficien de una fuente de talentos más amplia; discriminar a las personas por motivos raciales causa sufrimiento individual y debilita la cohesión social; discriminar a migrantes y rechazar el flujo migratorio generalmente por racismo, impide ver los beneficios económicos, culturales, sociales y científicos que aportan al país receptor, la migración es un fenómeno histórico, constante y natural que ha enriquecido a los Estados nacionales y a sus sociedades diversas y plurales.
Este Día Internacional nació como una campaña lanzada por la ONUSIDA en el 2013, sin embargo, más adelante se aplica de manera general ante una necesidad de reconocer y respetar los derechos de cada persona e identificar y censurar todo tipo de trato diferenciado, excluyente o restrictivo en cualquiera de sus formas. Así el año pasado ONUSIDA centro su campaña en poner fin a la discriminación contra las mujeres y las niñas para conseguir mismos derechos, trato y oportunidades, debido a que, las prácticas coercitivas, la legislación discriminatoria, y la violencia de género son algunas de las violaciones de los derechos humanos que continúan impactando de manera desproporcionada en las vidas de ellas en todo el mundo. Aun cuando en algunos lugares ha habido progresos, este tipo de discriminación todavía existe en todas partes. Por lo que, asegurar que los derechos de las mujeres estén protegidos, poner fin a su discriminación y eliminar las leyes discriminatorias es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y garantizar la equidad e igualdad para todos[6].
Ver detalles: https://www.cndh.org.mx/index.php/noticia/dia-de-la-cero-discriminacion