La prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) está aumentando, y esto, a su vez, requiere mayor investigación de sus manifestaciones extraesofágicas.
El reflujo extraesofágico (REE) es un subconjunto del reflujo gastroesofágico que conduce a sÃntomas o condiciones que normalmente no son atribuidas al esófago.
Los algoritmos de diagnóstico del REE son difÃciles porque las manifestaciones de REE son heterogéneas y a menudo se superponen con otras afecciones. La carga de salud del REE es grande debido a la falta de una prueba diagnóstica estándar de oro, mala respuesta al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones (IBP) y retraso en el reconocimiento.
El concepto de sÃntomas extraesofágicos secundarios a la ERGE son complejos y a menudo controvertidos, lo que lleva a desafÃos diagnósticos y terapéuticos. Varios sÃntomas extraesofágicos han sido asociados con la ERGE, aunque la fuerza de la evidencia para apoyar una relación causal varÃa. Entre las posibles manifestaciones extraesofágicas de la ERGE se incluyen: tos, ronquera larÃngea, disfonÃa, fibrosis pulmonar, asma, erosiones/caries dentales, enfermedades de los senos paranasales, enfermedades del oÃdo, goteo retronasal y carraspeo.
Los pacientes con REE pueden no quejarse de acidez estomacal o regurgitación. Por lo tanto, la responsabilidad para determinar si el reflujo ácido es un factor relacionado con los sÃntomas puede recaer en el médico. La causalidad (a diferencia de la asociación) es una evaluación difÃcil porque se cree que muchas condiciones nuevas están relacionadas con el REE y asociadas con una incidencia mayor de reflujo ácido.
Las dificultades para confirmar una asociación causal entre el reflujo y los sÃntomas de REE se relacionan con respuestas variables a la terapia con los IBP. Existe otra controversia acerca de si el reflujo de fluidos causa daños que conducen al REE, ya sea que el fluido sea ácido o simplemente contenga pepsina, o si la señalización neurogénica conduce a inflamación y los sÃntomas subsiguientes.
Por lo tanto, simplemente hacer una prueba con la administración de IBP puede no proporcionar un información diagnóstica precisa sobre la contribución del reflujo ácido a los sÃntomas del REE. Causalidad (a diferencia de la asociación) es una evaluación difÃcil porque muchas condiciones a las que se cree que están relacionadas con el REE están asociadas a una mayor incidencia de reflujo ácido.
Las dificultades para confirmar una asociación causal entre el reflujo y los sÃntomas de EER se relacionan con las respuestas variable a la terapia con IBP. La controversia aumenta en cuanto a si el reflujo de fluidos causa daños que conducen al REE, ya sea que el fluido sea ácido o simplemente contenga pepsina; o si la señalización neurogénica conduce a la inflamación y los sÃntomas subsiguientes. Por lo tanto, es posible que una prueba simple con IBP no proporcione un diagnóstico preciso acerca de la contribución del reflujo ácido a los sÃntomas del REE.
Condiciones en las que se sospecha reflujo extraesofágico |
Consejo para las mejores prácticas 1: los gastroenterólogos deben considerar las posibles manifestaciones extraesofágicas de la ERGE e interrogar a los pacientes con ERGE sobre tales trastornos, incluyendo laringitis, tos crónica, asma y erosiones dentales, asà como determinar si la ERGE puede ser un factor que contribuya a estas condiciones.
Consejo para las Mejores Prácticas 2: Es muy importante desarrollar un sistema de abordaje multidisciplinario de las manifestaciones extraesofágicas porque las condiciones suelen ser multifactoriales, lo que requiere información de especialidades no gastroenterológicas. Cuando se sospecha que la causa de los sÃntomas extraesofágicos es el reflujo gastroesofágico, se deben considerar los resultados de las pruebas diagnósticas (broncoscopia, imágenes torácicas, laringoscopia, etc.) de las disciplinas no gastroenterológicas.
La mayorÃa de los trastornos sospechosos de REE a menudo son vistos por especialistas que no pertenecen al campo de la gastroenterologÃa, como neumonologÃa, otorrinolaringologÃas y odontologÃa.
Es común que los pacientes con REE consulten a muchos médicos diferentes y sean sometidos a múltiples pruebas sin llegar a un resultado final concluyente.
Los mejores resultados en pacientes con sospechosa de REE se obtienen de aplicar un enfoque multidisciplinario, con comunicación entre todas las disciplinas de tratamiento. Los trastornos comunes que se cree asociados a al REE son: tos crónica, ronquera larÃngea, disfonÃa, fibrosis pulmonar, asma, erosiones dentales, enfermedad de los senos paranasales, enfermedades del oÃdo, goteo retronasal, disfonÃa de la voz y carraspera.
Se han postulado múltiples condiciones respiratorias relacionadas con el reflujo gastroesofágico. El impacto de la disfunción esofágica en los trastornos pulmonares y larÃngeos probablemente esté relacionado con 2 mecanismos diferentes: la vÃa del reflujo que lleva a la microaspiración y la activación de la vÃa refleja vagamente mediada por las reacciones de la vÃa aérea.
El REE puede exacerbar las condiciones inflamatorias a través de mecanismos ácidos o no ácidos, incluida la microaspiración de otros fluidos digestivos.
En tales situaciones, es posible que el sÃntoma no mejore con la supresión del ácido. En la vÃa refleja, el REE puede contribuir a las molestias supraesofágicas al aumentar la inflamación de la laringe o de las vÃas respiratorias, mediante mecanismos neurológicos. Además de confundir el cuadro, las condiciones asociadas con el REE (como la tos crónica) pueden causar ERGE o aumentar los episodios de reflujo. Teniendo en cuenta este concepto se puede tener un enfoque de la evaluación y el manejo entre disciplinas más completo. En definitiva, hay un amplio campo para el diagnóstico diferencial al considerar los posibles sÃndromes de REE, porque solo puede ser una parte de la ecuación.
Pruebas para el diagnóstico de reflujo extraesofágico |
Consejo para las mejores prácticas 3: Actualmente, no existe una herramienta diagnóstica única que pueda identificar de manera concluyente a la ERGE como causa de los sÃntomas de REE. La determinación de la contribución de los sÃntomas de ERGE al REE debe basarse en la impresión clÃnica global teniendo en cuenta los sÃntomas, la respuesta al tratamiento de la ERGE y los resultados de la endoscopia y las pruebas de reflujo.
Aunque existen varias pruebas diagnósticas para evaluar la ERGE, no hay una sola prueba estándar de oro para el diagnóstico de REE. En cambio, un diagnóstico de REE requiere la incorporación de la evaluación clÃnica global que incluye los sÃntomas, los hallazgos endoscópicos, el seguimiento del reflujo esofágico y la respuesta a los tratamientos. Además del problema diagnóstico, cuando se trata de determinar la asociación causal entre la ERGE y los sÃntomas extraesofágicos, la precisión de las pruebas es limitada.
En la práctica, la exclusión de la ERGE disminuye la posibilidad de que sea la causa de los sÃntomas extraesofágicos.
Por otro lado, si el diagnóstico de ERGE puede ser apoyado objetivamente, queda la posibilidad de que pueda ser un factor causal de los sÃntomas. El reconocimiento de las ventajas y desventajas potenciales de varias pruebas diagnósticas facilita su aplicación para diagnosticar la ERGE y atribuirle los sÃntomas extraesofágicos. La contribución de la determinación de ERGE debe ser personalizada y tener en cuenta los sÃntomas, la respuesta al tratamiento de la ERGE y su evidencia objetiva en pruebas endoscópicas o de reflujo.
​Prueba con inhibidores de la bomba de protones (PPi trial; en inglés) |
Consejo para las mejores prácticas 4: antes de iniciar el tratamiento con IBP en pacientes con manifestaciones extraesofágicas que potencialmente pueden deberse a la ERGE pero que no tienen sÃntomas tÃpicos de ERGE, se deben considerar las pruebas diagnósticas de reflujo. Se considera razonable iniciar la prueba con IBP en dosis única que puede ser de hasta 2 veces/dÃa en aquellos con manifestaciones extraesofágicas que potencialmente pueden estar causadas por la ERGE. Si hay sÃntomas tÃpicos de ERGE la dosis inicial puede ser 2 veces/dÃa.
Consejo para las mejores prácticas 5: la mejorÃa de los sÃntomas dados por las manifestaciones del REE durante la terapia con IBP puede derivar de otros mecanismos de acción que la supresión del ácido y no debe ser considerada como confirmación de la ERGE.
Las limitaciones de un ensayo empÃrico con IBP en el diagnóstico del REE se deben a la inconsistencia de la respuesta terapéutica de otros sÃndromes asociados al REE y que también responden a los IBP. Un metanálisis demostró una sensibilidad de 71%-78% y una especificidad de 41%-54% de la prueba empÃrica de IBP (en comparación con la esofagitis diagnosticad por endoscopia o el monitoreo ambulatorio del pH) en pacientes con sÃntomas clásicos de reflujo y regurgitación del ácido gástrico.
Considerando que se espera una gran variación en la respuesta a los IBP de los sÃntomas extraesofágicos del REE, el rendimiento diagnóstico de esta prueba serÃa sustancialmente menor. Por otra parte, la respuesta de los sÃntomas a los IBP sugiere que el reflujo es contribuyente. Sin embargo, esto no debe tomarse como una confirmación de la ERGE debido a posibles efectos placebo.
Con los inconvenientes potenciales de los IBP (costos, efectos adversos raros) y poca evidencia para una prueba con IBP para el diagnóstico de REE relacionado con la ERGE en pacientes sin sÃntomas tÃpicos de reflujo se debe considerar la posibilidad de una prueba de reflujo y no un tratamiento empÃrico con IBP. De este modo, aunque la respuesta a los IBP tiene valor clÃnico, su aplicación aislada no apoya ni refuta un diagnóstico de REE o un tratamiento a largo plazo. La esofagogastroduodenoscopia y la laringoscopia tienen roles limitados en el diagnóstico del REE.
> Monitoreo ambulatorio del reflujo esofágico
Consejo para las mejores prácticas 6: en pacientes con manifestación extraesofágica sospechosa de ERGE que ha fallado la prueba de hasta 12 semanas con IBP, se deben considerar pruebas objetivas de reflujo gastroesofágico patológico, porque las otras pruebas son de bajo rendimiento.
Consejo para las mejores prácticas 7: las pruebas iniciales para evaluar el reflujo deben adaptarse a la presentación clÃnica e incluir la endoscopia superior y los estudios de monitoreo ambulatorio del reflujo para evaluar la acción supresora del ácido por los medicamentos.
Consejo para las mejores prácticas 8: se pueden considerar las pruebas para aquellos con un diagnóstico objetivo establecido de ERGE que no responden a dosis elevadas para la supresión del ácido. Las pruebas pueden incluir el monitoreo de la impedancia del pH durante la supresión del ácido para evaluar el papel del reflujo, ácido o no ácido.
El monitoreo ambulatorio del reflujo esofágico proporciona un método para cuantificar su carga y asà facilitar un diagnóstico objetivo de ERGE, particularmente en el contexto de la enfermedad por reflujo no erosiva. Las nuevas recomendaciones sobre la prueba del monitoreo ambulatorio del reflujo, previo al inicio de la farmacoterapia empÃrica en pacientes con sÃntomas de REE derivan del hecho de que el 50%-60 % de los pacientes con sÃntomas de REE no tendrán ERGE ni responderán a las terapias antirreflujo. A esto se agrega que los estudios sobre su rentabilidad favorecen su aplicación temprana en lugar de la prueba empÃrica con IBP. Se dispone de varias modalidades para el monitoreo esofágico ambulatorio del reflujo, que incluye un sensor de pH por catéter, impedancia de pH o cápsula inalámbrica de pH. Cada modalidad de prueba, asà como las pruebas con o sin terapia supresora del ácido, ofrecen ventajas y desventajas en la práctica clÃnica.
El monitoreo ambulatorio objetivo del pH esofágico define la carga de reflujo para facilitar un diagnóstico de ERGE pero no determina si la ERGE es la causa de los sÃntomas extraesofágicos. Cualquiera sea la modalidad de la prueba de reflujo, se confÃa más en la presencia de REE después de obtener una prueba de reflujo ambulatorio que muestre una exposición patológica al ácido y una asociación positiva con los sÃntomas de reflujo.