La hipotensión intracraneal espontánea (SIH) es una condición clÃnica definida por dolores de cabeza posturales atribuidos a fugas de lÃquido cefalorraquÃdeo (LCR) o volúmenes bajos de LCR; históricamente, la SIH se ha atribuido a una caÃda en la presión del LCR que puede ocurrir como resultado de un traumatismo, cirugÃa, fuga de LCR y derivación de LCR con exceso de drenaje.
Los dolores de cabeza son el resultado del bajo volumen de LCR. Clásicamente descrito como una sensación similar a la presión, el dolor es causado por el hundimiento del cerebro lejos de las meninges y su tracción resultante sobre las fibras sensibles al dolor.
Una fuga de LCR es el resultado de defectos (en forma de fÃstulas o desgarros) y pueden ser congénitos o traumáticos. Hay varios factores de riesgo que pueden conducir a la fuga de LCR, incluida la ausencia de duramadre alrededor de las vainas de las raÃces nerviosas, los trastornos congénitos del tejido conectivo que causan anomalÃas estructurales, las protuberancias de osteofitos y la hernia del disco espinal.
La debilidad focal en la duramadre ocurre más comúnmente alrededor de la columna torácica y lumbar. Posteriormente, las manifestaciones espinales, como el dolor de espalda local, pueden ocurrir en el sitio de la fuga de LCR.
EpidemiologÃa
La SIH a menudo se subdiagnostica y se confunde con otras patologÃas (ver diagnósticos diferenciales). La incidencia de SIH es de alrededor de 5 en 100.000 y es más común en mujeres, con una proporción de mujeres a hombres de 2: 1. Tanto los niños como los adultos pueden verse afectados por SIH, aunque la incidencia máxima de SIH es alrededor de los 40 años.
SÃntomas
Los dolores de cabeza pueden ser bifrontales, occipitales u holocefálicos (globales) en la ubicación. El dolor suele ser agudo, ortostático y puede empeorar con las maniobras de Valsalva (que empeoran la fuga de LCR). Además de los dolores de cabeza posturales, otros sÃntomas de SIH incluyen náuseas, vómitos, vértigo, tinnitus, visión borrosa o doble, marcha inestable, rigidez de nuca, anorexia, entumecimiento facial y parestesia en las extremidades superiores.
Desafortunadamente, estos sÃntomas no son ni sensibles ni especÃficos en el diagnóstico de SIH, y la constelación de sÃntomas de SIH puede simular dolores de cabeza tÃpicos de migraña, meningitis, y trastornos psicógenos o somatomorfos.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de las cefaleas es extenso y la siguiente no es una lista exhaustiva ni inclusiva. Sin embargo, se debe considerar lo siguiente en cualquier paciente que presente dolores de cabeza:
– Trastorno de cefalea (cefalea persistente diaria nueva)
– Hemorragia subaracnoidea
– Disección de la arteria carótida o vertebral
– Trombosis venosa cerebral
– Hipertensión intracraneal benigna
– Cefalea postraumática
– Meningitis
Evaluación
Al igual que con cualquier paciente en el servicio de urgencias, siempre debe abordar los signos vitales que amenazan la vida, evaluar las vÃas respiratorias, la respiración y la circulación del paciente y realizar un examen completo. Una vez que sepa que el paciente está estable, sus esfuerzos deben centrarse en obtener una historia clÃnica y un examen fÃsico detallados.
Es necesario un alto Ãndice de sospecha, ya que la SIH a menudo se confunde con otras etiologÃas de dolor de cabeza. No se necesitan laboratorios especÃficos para diagnosticar SIH. Sin embargo, puede y debe obtener otros análisis de laboratorio relevantes si está tratando de descartar otras causas emergentes de dolores de cabeza (estudios de LCR para meningitis). A continuación se analizan las imágenes avanzadas que pueden ayudar al médico de urgencias en el diagnóstico de SIH.
Imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro. La principal modalidad de imagen que serÃa útil para obtener el diagnóstico de SIH es una resonancia magnética del cerebro con y sin contraste. El acrónimo SEEPS, que significa colecciones de lÃquido subdural, realce paquimenÃngeo, ingurgitación venosa, hiperemia hipofisaria y flacidez cerebral, son las principales caracterÃsticas de SIH observadas en la resonancia magnética.
De estos hallazgos, el hallazgo más común y patognomónico es el realce paquimenÃngeo uniforme difuso. En términos sencillos, esto significa realce de la duramadre y la capa externa de la aracnoides después de la administración de contraste para una resonancia magnética del cerebro.
Resonancia magnética de la columna vertebral. La obtención de una resonancia magnética de la columna puede ser útil para identificar el origen de la fuga de LCR. Los hallazgos en una resonancia magnética de la columna incluyen la fuga epidural del lÃquido, la presencia de divertÃculos menÃngeos, la acumulación de lÃquido en la cavidad extramenÃngea y el encogimiento del saco dural con la distensión del plexo venoso epidural concomitante.
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