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Morbilidad materna por eclampsia y factores asociados

La eclampsia es un trastorno hipertensivo crítico del embarazo que plantea riesgos significativos para la salud materna y neonatal. A pesar de los avances en la atención médica materna, la eclampsia sigue siendo una causa importante de morbilidad y mortalidad a nivel mundial, en particular en entornos de bajos recursos donde el acceso a la atención prenatal y la intervención oportuna sigue siendo limitado. Se cree que la fisiopatología de la eclampsia implica una interacción compleja de disfunción endotelial, aumento de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y reactividad vascular anormal. Estos factores contribuyen al desarrollo de convulsiones y otras complicaciones graves, lo que requiere estrategias de tratamiento integrales que incluyan detección temprana, profilaxis y monitoreo intensivo.

La carga mundial de eclampsia subraya la necesidad de mejorar los esfuerzos de detección y prevención, en particular en poblaciones con mayor riesgo de trastornos hipertensivos del embarazo. La investigación actual destaca la importancia de la detección en el primer trimestre de factores de riesgo de preeclampsia y el inicio temprano de intervenciones profilácticas, como aspirina en dosis bajas, para mitigar el potencial de resultados adversos.

La eclampsia sigue siendo una de las principales causas de mortalidad materna. Las tasas de mortalidad y morbilidad materna y perinatal son sustancialmente más altas en entornos de bajos recursos. Esta disparidad en la incidencia y los resultados del embarazo es probablemente atribuible a las diferencias en el acceso a la atención prenatal, la detección temprana de la preeclampsia, el parto oportuno y la disponibilidad de recursos de atención médica entre las naciones desarrolladas y en desarrollo. La eclampsia se caracteriza por convulsiones tónico-clónicas o multifocales en una mujer con preeclampsia, en ausencia de epilepsia, isquemia, hemorragia intracraneal o la influencia de fármacos. Estas convulsiones suelen durar entre 60 y 75s y pueden inducir sufrimiento fetal y bradicardia. La afección es multifactorial y requiere medidas preventivas que se centren en la dieta, el estilo de vida, los antecedentes familiares y los antecedentes obstétricos.

El tratamiento de las mujeres embarazadas con eclampsia requiere el ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI), donde es posible un control integral. Los parámetros clave que se deben controlar incluyen frecuencia cardíaca, ventilación e intercambio de gases, así como el posible desarrollo del síndrome HELLP, que a veces se asocia con la eclampsia.

La patogenia de las convulsiones eclámpticas sigue sin comprenderse por completo; sin embargo, la hipótesis principal sugiere que la alteración de la barrera hematoencefálica (BHE), que permite el paso de fluidos plasmáticos, iones y proteínas al parénquima cerebral, desempeña un papel central. La evidencia indica que la disfunción generalizada de las células endoteliales acompañada de reactividad vascular anormal también desempeña un papel. Estudios recientes proponen que el aumento de la permeabilidad de la BHE puede estar influenciada por factores circulantes presentes en el plasma de mujeres pre eclámpticas, como el factor de crecimiento endotelial vascular y el factor de crecimiento placentario.

El manejo de las convulsiones eclámpticas generalmente implica cuidados de apoyo para prevenir lesiones maternas graves, administración de sulfato de magnesio para prevenir la recurrencia de las convulsiones, oxigenoterapia, mantenimiento de la vía aérea y facilitación del parto. Aunque no se recomienda la realización de imágenes de rutina luego de una convulsión eclámptica, el hallazgo radiológico clásico asociado con esta afección es el síndrome de encefalopatía posterior reversible (PRES).

La eclampsia se asocia con un mayor riesgo de morbilidad materna, por complicaciones como desprendimiento prematuro de placenta, coagulación intravascular diseminada, edema pulmonar, neumonía por aspiración, paro cardiopulmonar e insuficiencia renal aguda. Además, un historial de convulsiones eclámpticas puede estar relacionado con riesgo cardiovascular a largo plazo y deterioro cognitivo, en particular dificultades de memoria y concentración, que persisten durante años después del embarazo.

La eclampsia representa una emergencia obstétrica significativa que requiere una intervención inmediata y efectiva para prevenir resultados maternos y neonatales graves. El presente estudio tiene como objetivo explorar los factores de riesgo y los resultados específicos asociados con la eclampsia en una cohor

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Ariadna Velázquez Ricardo
MSc. Informática Esp. Educativa. Esp. Gestión, procesamiento y almacenamiento de la información. CPICM-SC. Infomed.

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