La insensibilidad congénita al dolor se considera una forma de neuropatÃa periférica, ya que afecta el sistema nervioso periférico, que conecta el cerebro y la médula espinal a los músculos y a las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor. Suele asociarse a una disfunción del sistema nervioso autónomo y a trastornos en el metabolismo de las catecolaminas.
Es una enfermedad poco frecuente, se trata de una patologÃa genética para la que todavÃa no hay cura y que merma de forma considerable la calidad de vida de la persona que la sufre.
Principales acciones terapéuticas y rehabilitadoras en pacientes con insensibilidad congénita al dolor. El objetivo de este artÃculo es describir las principales acciones terapéuticas existentes para los pacientes con insensibilidad congénita al dolor en sus diversos subtipos.
En la actualidad resaltan estudios relacionados con el uso de bisfosfonatos e intervenciones quirúrgicas a mÃnima escala para la reducción de las complicaciones óseas de la enfermedad y la utilización de antagonistas de los receptores opiodes como la naloxona con el objetivo de disminuir la analgesia en dichos pacientes. Destaca, además, investigaciones relacionadas con el factor de crecimiento nervioso en conjunción con la expresión del receptor tirosinkinasa de alta afinidad para dicho factor, el cual produce un mejoramiento relativo respecto a la analgesia absoluta que se evidencia en dicha enfermedad.
Aunque los mecanismos por los cuales se instaura aún no están del todo esclarecidos, existe fuerte evidencia cientÃfica que fundamenta en la etiologÃa de la enfermedad un rol central de la genética. No existe una alternativa terapéutica de elevada eficacia, hecho por el cual el papel fundamental de dichas acciones tiene como pilares básicos la prevención, la educación y el tratamiento interdisciplinario.