Aunque muchos planes nutricionales se han desarrollado con el objetivo inicial de controlar el peso corporal, la composición dietética también tiene importantes efectos sobre la salud.
La disponibilidad de alimentos depende de factores físicos, políticos y económicos. De la gran cantidad de alimentos que están disponibles o potencialmente disponibles, la selección se basa en factores socioeconómicos, culturales e individuales. Se revisó la lógica subyacente y los componentes de las dietas más ampliamente reconocidas, exploradas científicamente y ampliamente promovidas. Esta revisión no tiene como objetivo detallar la eficacia clínica de cada dieta presentada, aunque se describe brevemente algunos de los efectos potenciales bien conocidos sobre la salud y los mecanismos subyacentes. A pesar de que la mayoría de las modificaciones dietéticas han sido impulsadas por el deseo de controlar el peso corporal, existen efectos importantes para la salud independientemente de la adiposidad.
Dietas basadas en plantas |
> Dieta mediterránea
Esta dieta consistía en aceitunas, cereales, legumbres, frutas (postre típico de sobremesa), verduras y hierbas, junto con cantidades limitadas de carne de cabra, leche, animales de caza y pescado. El pan tenía un papel predominante en cada comida, y el aceite de oliva representaba una proporción relativamente grande de la ingesta de energía.
Una investigación científica que avaló los atributos relacionados con la salud de la dieta mediterránea es el Estudio de los Siete Países, dirigido por Ancel Keys. Las tasas de muerte por cualquier causa y muerte por enfermedad cardíaca coronaria fueron más bajas en las cohortes para las que el aceite de oliva era la grasa dietética principal que en las cohortes del norte de Europa y los EE. UU. Hoy en día, el término dieta mediterránea se utiliza para describir un patrón dietético caracterizado por el predominio de alimentos vegetales (frutas, verduras, cereales con el menor procesamiento posible, legumbres, nueces y semillas), con cantidades moderadas de productos lácteos, en su mayoría fermentados (p. ej., queso y yogur); cantidades bajas a moderadas de pescado y aves; bajas cantidades de carne roja; y, por lo general, vino junto con la comida.
Una revisión general de metanálisis sugirió que la evidencia es sólida para una asociación protectora entre la adherencia a la dieta mediterránea y los siguientes resultados de salud: muerte por cualquier causa, enfermedades cardiovasculares, enfermedad cardíaca coronaria, infarto de miocardio, cáncer, enfermedades neurodegenerativas y diabetes. Los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea pueden estar mediados por múltiples mecanismos, incluidas las reducciones de lípidos en sangre y marcadores de estrés inflamatorio y oxidativo, la mejora de la sensibilidad a la insulina, la mejora de la función endotelial y antitrombótica e incluso una reducción de los cambios neurodegenerativos cerebrales.
> Dietas vegetarianas
Las dietas vegetarianas se han adoptado desde la antigüedad por razones éticas, religiosas o filosóficas. El vegetarianismo puede comprender una variedad de comportamientos alimentarios caracterizados por diversas actitudes, percepciones, motivos y también dimensiones sociales y de salud. Una dieta vegetariana puede definirse como cualquier patrón dietético que excluya la carne, los alimentos derivados de la carne y, en mayor o menor medida, otros productos animales. Mientras que la dieta basada en plantas es un término más amplio, que se utiliza para caracterizar los patrones dietéticos que se basan principalmente en alimentos de origen no animal, pero no excluyen los alimentos de origen animal. La dieta mediterránea es un ejemplo de este último tipo. Las frutas, las verduras, los cereales, los frutos secos, las semillas y las legumbres constituyen una parte importante de las dietas vegetarianas y basadas en plantas.
Una dieta vegana es una forma estricta de dieta vegetariana, que consiste únicamente en alimentos vegetales y excluye todos los alimentos y bebidas que se derivan total o parcialmente de animales. En la dieta lactovegetariana, los productos lácteos son parte del régimen dietético, y en la dieta ovovegetariana, se pueden consumir huevos; en la dieta ovolactovegetariana, se permiten tanto los productos lácteos como los huevos. La dieta pescetariana permite el pescado y los mariscos, así como los productos lácteos y los huevos. Finalmente, existen varias versiones flexibles, clasificadas bajo el término de dietas flexitarianas, que son básicamente dietas vegetarianas que incluyen algunos productos animales.
Se han invocado influencias en las vías metabólicas, inflamatorias y de neurotransmisores, la microbiota intestinal y la inestabilidad del genoma. Una mayor adherencia a dietas vegetarianas se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cardiopatía isquémica y muerte por cardiopatía isquémica, dislipidemia, diabetes, ciertos tipos de cáncer y, potencialmente, muerte por cualquier causa. Cuanto más restrictiva sea la dieta, mayor será el riesgo de diversas deficiencias de nutrientes. Los veganos son particularmente susceptibles a la deficiencia de vitamina B12, ya que esta vitamina está presente solo en alimentos de origen animal, y también se ha informado de una menor ingesta de otros nutrientes (incluida la vitamina B2, niacina, yodo, zinc, calcio, potasio y selenio). La suplementación nutricional puede mitigar los posibles efectos adversos para la salud.
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