Aproximadamente 40.000 mujeres estadounidenses mueren de cáncer de mama cada año. Se recomienda la mamografÃa para detectar el cáncer de mama y reducir la mortalidad por cáncer de mama. Los determinantes sociales adversos de la salud (SDOH) y las necesidades sociales relacionadas con la salud (HRSN) pueden ser barreras para recibir mamografÃas.
¿Qué aporta este informe?
El uso de mamografÃa disminuyó con el aumento de SDOH y HRSN adversos experimentados. El aislamiento social, la insatisfacción con la vida y el costo como barrera al acceso a la atención médica se asociaron fuertemente con un menor uso de mamografÃa.
¿Cuáles son las implicaciones para la práctica de la salud pública?
Identificar SDOH y HRSN adversos especÃficos que experimentan las mujeres y coordinar actividades entre proveedores de atención médica, servicios sociales, organizaciones comunitarias y programas de salud pública para brindar servicios relevantes podrÃa aumentar el uso de la mamografÃa y, en última instancia, disminuir las muertes por cáncer de mama.
Si bien las mamografÃas son cruciales para la detección temprana del cáncer de mama y pueden salvar vidas, los determinantes sociales de la salud y las necesidades sociales relacionadas con la salud crean barreras al acceso, especialmente para aquellas personas con dificultades financieras, falta de transporte o aislamiento social.
El uso de mamografÃa se asocia con una disminución de las muertes causadas por cáncer de mama , pero los determinantes sociales de la salud (SDOH) y las necesidades sociales relacionadas con la salud (HRSN) presentan barreras para acceder a las mamografÃas, según nuevos datos de los CDC. Por lo tanto, los proveedores de atención médica, los servicios sociales, las organizaciones comunitarias y los programas de salud pública deben ofrecer servicios para abordar estos problemas.
Los datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (BRFSS) de 2022, revisados por investigadores de los CDC, estimaron la prevalencia del uso de mamografÃas en los 2 años anteriores entre mujeres de 40 a 74 años según la jurisdicción, la edad y los factores sociodemográficos.
Las mamografÃas, capaces de detectar precozmente el cáncer de mama, se sugieren en pacientes entre 50 y 74 años al menos cada 2 años. Sin embargo, determinantes sociales de la salud (SDOH), definidos como las condiciones en las que las personas nacen, viven, aprenden, trabajan, juegan, aman y envejecen, pueden afectar los resultados de salud, función y calidad de vida. Además, las necesidades sociales relacionadas con la salud (HRSN) son condiciones sociales adversas a nivel individual que pueden afectar negativamente la salud o el acceso a la atención médica de una persona. El estudio se propuso investigar el uso de la mamografÃa y las barreras especÃficas de SDOH y HRSN.
Un total de 117.466 pacientes con edades comprendidas entre 40 y 74 años se encontraban entre la población de estudio. En todos los estados, Rhode Island representó la población más alta de mujeres de 50 a 74 años que recibieron mamografÃa en los 2 años anteriores (85,5%) y Dakota del Sur (77,8%) tuvo la tasa más alta entre mujeres de 40 a 49 años. Los estados con la tasa más baja para estos grupos de edad fueron Wyoming (64,0%) y Nuevo México (44,5%), respectivamente. Los únicos estados en los que las mujeres de 40 a 49 años tenÃan tasas más altas de uso de mamografÃa en comparación con las mujeres de 50 a 74 años fueron Mississippi, Pensilvania y Dakota del Sur.
Las mujeres negras en los grupos de edad de 40 a 49 y de 50 a 74 tuvieron la mayor prevalencia de uso de mamografÃa en los 2 años anteriores (65,2% y 82,9%, respectivamente). Cuanto mayor era el nivel educativo y los ingresos de las pacientes, más probable era que se hubieran realizado mamografÃas en los últimos 2 años. Las mujeres de ambos grupos de edad que no tenÃan acceso a un seguro médico tuvieron una participación reducida en mamografÃas (40-49 años: 32,7% frente a 58,7%; 50-74 años: 37,4% frente a 73,9%) y lo mismo ocurrió con las pacientes que no tenÃan acceso a un seguro médico. proveedores de atención (32,7% frente a 63,4% y 42,2% frente a 79,1%) en comparación con aquellos que sà tenÃan acceso.